Ahorrarse un ensayo blowerdoor puede salir muy caro. Y es que, al realizar el ensayo blowerdoor final, nos encontramos viviendas que pretenden ser ECCN y no lo son. O bien han sido construidas «Con criterios Passivhaus» y están lejos de un buen nivel de hermeticidad.
¿Porque es importante controlar el nivel de infiltraciones de aire en una vivienda de consumo casi nulo?
Principalmente porque sino se controla y no se mide la hermeticidad al aire mediante un ensayo normalizado, posiblemente el edificio o vivienda no sea de consumo casi nulo.
Así se puede observar en la gráfica. Para una vivienda en Madrid pasar de 1 a 4 ren/h puede suponer un aumento de 10 kWh/m² año en la demanda de calefacción. Si un edificio de consumo casi nulo, Passivhaus, limita la demanda de calefacción a 15 kWh/m² año, difícilmente conseguiremos nuestro objetivo si tenemos un nivel alto de infiltraciones.
Adicionalmente, las infiltraciones de aire pueden ocasionar patologías en la envolvente, condensaciones intersticiales y disconfort en el usuario.
¿Porque es recomendable realizar un ensayo blowerdoor durante el proceso de obra?
Medir la hermeticidad durante la obra es clave para obtener un buen resultado final. Hablamos de realizar una prueba blowerdoor cuando podemos observar la línea de hermeticidad, antes de instalar los acabados interiores. Para ello es necesario que toda la envolvente este cerrada.
Lo ideal es realizar la prueba con las ventanas instaladas, pero hay empresas que siguen instalándolas al final y para realizar esta prueba tapan los huecos con plásticos o tableros.
En ocasiones esta prueba intermedia no se realiza por diversos motivos:
- Porque no se ha completado la envolvente debido a un proceso de ejecución de obra muy ajustado. Retrasos en la instalación de ventanas u otros elementos.
- Porque nadie ha pedido que se realice esta prueba.
- Por excesiva confianza. Nos ahorramos el ensayo intermedio y medimos al final.
Como se puede apreciar en la imagen termográfica el resultado final puede no cumplir con las expectativas. En este caso la vivienda había sido tratada para obtener un buen nivel de hermeticidad al aire. Se habían instalado láminas en fachada, se trabajó la hermeticidad de huecos y techos, etc. Sin embargo, no se pudo realizar un ensayo intermedio para evaluar dicha hermeticidad correctamente. Al realizar la prueba final nos encontramos con una vivienda con un nivel de infiltraciones superior al esperado.
En la inspección termográfica pudimos comprobar como existían corrientes de aire entre el trasdosado y la supuesta lámina hermética. ¿Cual es la solución? Derribar el trasdosado, repetir la prueba, localizar las discontinuidades en la hermeticidad y sellarlo. Quizás un coste demasiado elevado. Y más si lo comparamos con lo que hubiera costado la solución durante la obra.
Todo lo que no es medir es opinar
En cualquier caso siempre será mejor realizar un ensayo blowerdoor final que no realizar ninguno. Porque todo lo que no sea medir , es opinar. Si vendemos, construimos o diseñamos una vivienda o edificio de consumo casi nulo debemos aportar este valor tan importante para garantizar un buen comportamiento energético y confort.
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